Irreversibilidad
Irreversibilidad
En termodinámica, el concepto de irreversibilidad se
aplica a aquellos procesos que, como la entropía, no son reversibles en el tiempo.
Desde esta perspectiva termodinámica, todos los procesos naturales son
irreversibles. El fenómeno de la irreversibilidad resulta del hecho de que si
un sistema termodinámico de moléculas interactivas es trasladado de un estado
termodinámico a otro, ello dará como resultado que la configuración o
distribución de átomos y moléculas en el seno de dicho sistema variará.
Cierta cantidad de "energía de
transformación" se activará cuando las moléculas del "cuerpo de
trabajo" interaccionen entre sí al cambiar de un estado a otro. Durante
esta transformación, habrá cierta pérdida o disipación de energía calorífica,
atribuible al rozamiento intermolecular y a las colisiones.
Lo importante es que dicha energía
no será recuperable si el proceso se invierte.
La termodinámica define el
comportamiento estadístico de muchas entidades, cuyo exacto comportamiento es
dado por leyes más específicas. Debido a que las leyes fundamentales de la
física son en todo momento reversibles,1 puede argumentarse que la
irreversibilidad de la termodinámica debe presentarse estadísticamente en la
naturaleza, es decir, que debe simplemente ser muy improbable, pero no
imposible, que la entropía disminuya con el tiempo en un sistema dado.
Historia
El físico alemán Rudolf Clausius, en los años 50 del siglo XIX, fue el primero en cuantificar
matemáticamente el fenómeno de la irreversibilidad en la naturaleza, y lo hizo
a través de la introducción del concepto de entropía. En su escrito de 1854 "Sobre la
modificación del segundo teorema fundamental en la teoría mecánica del
calor", Clausius afirma:
Podría
ocurrir, además, que en lugar de un descenso en la transmisión de calor que
acompañaría, en el único y mismo proceso, la transmisión en aumento, puede
ocurrir otro cambio permanente, que tiene la peculiaridad de no ser reversible,
sin que pueda tampoco ser reemplazado por un nuevo cambio permanente de una
clase similar, o producir un descenso en la transmisión de calor.
Sistemas complejos
Sin embargo, aun en el caso de que los
físicos afirmen que todo proceso es irreversible en cierto sentido, la
diferencia entre los eventos reversibles e irreversibles tiene valor
explicativo, si son considerados los sistemas más complejos, como organismos vivos,
especies o ecosistemas.
De acuerdo con los biólogos Humberto Maturana y Francisco Varela, los seres vivos se
caracterizan por la autopoiesis, que permite su existencia en el
tiempo.
Formas más primitivas de sistemas
autoorganizados han sido descritas por el físico y químico belga Ilya Prigogine. En el contexto de sistemas
complejos, los eventos que resultan al final de ciertos procesos
autoorganizativos, como la muerte, la extinción de una especie o el colapso de
un sistema meteorológico, pueden ser considerados irreversibles.
Incluso si desarrollamos un clon con
el mismo principio organizativo (por ejemplo, idéntica estructura de ADN),
esto no quiere decir que el viejo sistema volviese a reproducirse. Los eventos
a los que pueden adaptarse las capacidades de autoorganización de los
organismos, especies u otros sistemas complejos, de la misma manera que
lesiones menores o cambios en el ambiente físico, son reversibles. Principios
ecológicos como la sostenibilidad y el principio de
precaución pueden
ser definidos con referencia al concepto de reversibilidad.
Con todo, la postura de Ilya Prigogine
sobre la irreversibilidad y la entropía varía con respecto a la de la física
tradicional. En su conferencia El
nacimiento del tiempo (Roma, 1987), el científico sostuvo:
La
entropía contiene siempre dos elementos dialécticos: un elemento creador de
desorden, pero también un elemento creador de orden. (...) Vemos, pues, que la
inestabilidad, las fluctuaciones y la irreversibilidad desempeñan un papel en
todos los niveles de la naturaleza: químico, ecológico, climatológico,
biológico -con la formación de biomoléculas-, y finalmente cosmológico.
De esta manera, se observa que el
fenómeno de la irreversibilidad para Prigogine tiene carácter constructivo,
destacando el “papel creativo del tiempo”, lo que, al menos a nivel macroscópico,
supone una especie de anti-entropía:
El
universo del no-equilibrio es un universo coherente.
Otras acepciones
El término irreversibilidad se
emplea además en otros campos de las ciencias y el conocimiento, como la
economía, el derecho y la medicina.
En medicina, por ejemplo, designa a
ciertos procesos degenerativos o dolencias incurables: "Sufre un coma
irreversible."
En el plano psicológico, las grandes
desgracias y sufrimientos que aquejan al ser humano (la pérdida de seres
queridos, las quiebras y reveses económicos, las grandes derrotas militares...)
no lo son, en gran medida, sino por ser interpretados como irreversibles. La
propia muerte es el
hecho irreversible por antonomasia.
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