Tiempo
Un reloj es cualquier dispositivo que puede medir el tiempo
transcurrido entre dos eventos que suceden respecto de un observador.
El tiempo es una magnitud física con
la que medimos la duración o separación de acontecimientos, sujetos a cambio,
de los sistemas sujetos a observación; esto es, el período que transcurre entre
el estado del sistema cuando éste presentaba un estado X
y el instante en el que X registra una variación perceptible para un observador (o
aparato de medida).
El tiempo permite ordenar los sucesos en
secuencias, estableciendo un pasado, un futuro y un tercer conjunto de eventos ni pasados ni
futuros respecto a otro. En mecánica clásica esta tercera clase se
llama "presente" y está formada por eventos simultáneos a uno dado.
En mecánica relativista el concepto de
tiempo es más complejo: los hechos simultáneos ("presente") son
relativos. No existe una noción de simultaneidad independiente del observador.
Su unidad básica en el Sistema Internacional es
el segundo,
cuyo símbolo es
(debido a que es un símbolo y no una
abreviatura, no se debe escribir con mayúscula, ni como "seg", ni
agregando un punto posterior).

Dados dos eventos puntuales E1 y E2,
que ocurren respectivamente en instantes de tiempo t1 y t2,
y en puntos del espacio diferentes P1 y P2,
todas las teorías físicas admiten que éstos pueden cumplir una y sólo una de
las siguientes tres condiciones:1
Es posible para un observador estar presente en el evento E1,
y luego estar en el evento E2, y en ese caso se
afirma que E1 es un
evento anterior a E2.
Además, si eso sucede, ese observador no podrá verificar 2.
Es posible para un observador estar presente en el evento E2 y
luego estar en el evento E1, y en ese caso se
afirma que E1 es un
evento posterior a E2.
Además si eso sucede, ese observador no podrá verificar 1.
Es imposible, para un observador puntual, estar presente
en los dos eventos E1 y E2.
Dado un evento cualquiera,
el conjunto de eventos puede dividirse según esas tres categorías anteriores.
Es decir, todas las teorías físicas permiten, fijado un evento, clasificar a
los eventos en: (1) pasado, (2) futuro y (3) resto de eventos (ni pasados ni
futuros). La clasificación de un tiempo presente es debatible por la poca
durabilidad de este intervalo que no se puede medir como un estado actual sino
como un dato que se obtiene en una continua sucesión de eventos. En mecánica
clásica esta última categoría está formada por los sucesos llamados
simultáneos, y en mecánica relativista, por los eventos no relacionados
causalmente con el primer evento. Sin embargo, la mecánica clásica y la
mecánica relativista difieren en el modo concreto en que puede hacerse esa
división entre pasado, futuro y otros eventos y en el hecho de que dicho
carácter pueda ser absoluto o relativo respecto al contenido de los conjuntos.
El tiempo en mecánica clásica
En la mecánica clásica, el
tiempo se concibe como una magnitud absoluta, es decir, es un escalar cuya
medida es idéntica para todos los observadores (una magnitud relativa es aquella cuyo
valor depende del observador concreto). Esta concepción del tiempo recibe el
nombre de tiempo
absoluto. Esa concepción está de acuerdo con la concepción filosófica de Kant,
que establece el espacio y el
tiempo como necesarios para cualquier experiencia humana. Kant asimismo
concluyó que el espacio y el tiempo eran conceptos subjetivos. Fijado un
evento, cada observador clasificará el resto de eventos según una división
tripartita clasificándolos en: (1) eventos pasados, (2) eventos futuros y (3)
eventos ni pasados y ni futuros. La mecánica clásica y la física
pre-relativista asumen:
Fijado un acontecimiento concreto todos los observadores
sea cual sea su estado de movimiento dividirán el resto de eventos en los
mismos tres conjuntos (1), (2) y (3), es decir, dos observadores diferentes
coincidirán en qué eventos pertenecen al pasado, al presente y al futuro, por
eso el tiempo en mecánica clásica se califica de "absoluto" porque es
una distinción válida para todos los observadores (mientras que en mecánica
relativista esto no sucede y el tiempo se califica de "relativo").
En mecánica clásica, la última categoría, (3), está
formada por un conjunto de puntos tridimensional, que de hecho tiene la
estructura de espacio euclídeo (el
espacio en un instante dado). Fijado un evento, cualquier otro evento
simultáneo, de acuerdo con la mecánica clásica estára situado en la categoría
(3).
Aunque dentro de la teoría
especial de la relatividad y dentro de la teoría general de la relatividad, la
división tripartita de eventos sigue siendo válida, no se verifican las últimas
dos propiedades:
El conjunto de eventos ni pasados ni futuros no es
tridimensional, sino una región cuatridimensional del espacio tiempo.
No existe una noción de simultaneidad indepediente del
observador como en mecánica clásica, es decir, dados dos observadores
diferentes en movimiento relativo entre sí, en general diferirán sobre qué
eventos sucedieron al mismo tiempo.
El tiempo en
mecánica relativista
En mecánica
relativista la medida del transcurso del tiempo depende del
sistema de referencia donde esté situado el observador y de su estado de
movimiento, es decir, diferentes observadores miden diferentes tiempos
transcurridos entre dos eventos causalmente conectados. Por tanto, la duración
de un proceso depende del sistema de referencia donde se encuentre el
observador.
De acuerdo con la teoría de la
relatividad, fijados dos observadores situados en diferentes marcos
de referencia, dos sucesos A y B dentro de la categoría (3) (eventos ni pasados
ni futuros), pueden ser percibidos por los dos observadores como simultáneos, o
puede que A ocurra "antes" que B para el primer observador mientras
que B ocurre "antes" de A para el segundo observador. En esas
circunstancias no existe, por tanto, ninguna posibilidad de establecer una
noción absoluta de simultaneidad independiente del observador. Según la relatividad
general el
conjunto de los sucesos dentro de la categoría (3) es un subconjunto
tetradimensional topológicamente abierto del espacio-tiempo. Cabe aclarar que
esta teoría sólo parece funcionar con la rígida condición de dos marcos de
referencia solamente. Cuando se agrega un marco de referencia adicional, la
teoría de la Relatividad queda invalidada: el observador A en la tierra
percibirá que el observador B viaja a mayor velocidad dentro de una nave
espacial girando alrededor de la tierra a 7,000 kilómetros por segundo. El
observador B notará que el dato de tiempo al reloj. se ha desacelerado y
concluye que el tiempo se ha dilatado por causa de la velocidad de la nave. Un
observador C localizado fuera del sistema solar, notará que tanto el hombre en
tierra como el astronauta girando alrededor de la tierra, están viajando
simultáneamente -la nave espacial y el planeta tierra- a 28,000 kilómetros por
segundo alrededor del sol. La más certera conclusión acerca del comportamiento
del reloj en la nave espacial, es que ese reloj está funcionando mal, porque no
fue calibrado ni probado para esos nuevos cambios en su ambiente. Esta
conclusión está respaldada por el hecho que no existe prueba alguna que muestre
que el tiempo es objetivo.
Sólo si dos sucesos están atados
causalmente todos los observadores ven el suceso
"causal" antes que el suceso "efecto", es decir, las
categorías (1) de eventos pasados y (2) de de eventos futuros causalmente
ligados sí son absolutos. Fijado un evento E el
conjunto de eventos de la categoría (3) que no son eventos ni futuros ni
pasados respecto a E puede
dividirse en tres subconjuntos:
(a) El interior topológico de
dicho conjunto, es una región abierta del espacio-tiempo y constituye un conjunto acronal.
Dentro de esa región dados cualesquiera dos eventos resulta imposible
conectarlos por una señal luminosa que emitida desde el primer evento alcance
el segundo.
(b) La frontera del futuro o
parte de la frontera topológica del conjunto, tal que cualquier punto dentro de
ella puede ser alcanzado por una señal luminosa emitida desde el evento E.
(c) La frontera del pasado o
parte de la frontera topológica del conjunto, tal que desde cualquier punto
dentro de ella puede enviarse una señal luminosa que alcance el evento E.
Las curiosas relaciones
causales de la teoría de la relatividad, conllevan a que no existe un tiempo
único y absoluto para los observadores, de hecho cualquier observador percibe
el espacio-tiempo o
espacio tetradimensional según su estado de movimiento, la dirección paralela a
su cuadrivelocidad coincidirá
con la dirección temporal, y los eventos que acontecen en las hipersuperficies
espaciales perpendiculares en cada punto a la dirección temporal, forman el
conjunto de acontecimientos simultáneos para ese observador.
Lamentablemente, dichos
conjuntos de acontecimientos percibidos como simultáneos difieren de un
observador a otro.
Dilatación del tiempo
Si el tiempo propio es la duración de un suceso medido en
reposo respecto a ese sistema, la duración de ese suceso medida desde un sistema
de referencia que se mueve con velocidad constante con respecto al suceso viene
dada por:

El tiempo en
mecánica cuántica
En mecánica
cuántica debe
distinguirse entre la mecánica cuántica convencional, en la que puede
trabajarse bajo el supuesto clásico de un tiempo absoluto, y la mecánica
cuántica relativista, dentro de la cual, al igual que sucede en la
teoría de la relatividad, el supuesto de un tiempo absoluto es inaceptable e
inapropiado.
La flecha del
tiempo y la entropía
Se ha señalado que la dirección del tiempo está
relacionada con el aumento de entropía, aunque eso parece deberse a las
peculiares condiciones que se dieron durante el Big
Bang. Aunque algunos científicos como Penrose han argumentado que dichas condiciones
no serían tan peculiares si consideramos que existe un principio o teoría
física más completa que explique por qué nuestro universo, y tal vez otros,
nacen con condiciones iniciales aparentemente improbables, que se reflejan en
una bajísima entropía inicial.
La
medición del tiempo
Reloj de sol, de bolsillo.
La cronología (histórica, geológica, etc.) permite
datar los momentos en los que ocurren determinados hechos (lapsos relativamente
breves) o procesos (lapsos de duración mayor). En una línea de tiempo se puede
representar gráficamente los momentos históricos en puntos y los procesos en
segmentos.
Las formas e instrumentos
para medir el tiempo son de uso muy antiguo, y todas ellas se basan en la
medición del movimiento, del cambio material de un objeto a través del tiempo,
que es lo que puede medirse. En un principio, se comenzaron a medir los
movimientos de los astros, especialmente el movimiento aparente del Sol, dando
lugar al tiempo solar aparente. El desarrollo de la astronomía hizo que, de manera paulatina, se
fueron creando diversos instrumentos, tales como los relojes de sol, las clepsidras o los relojes de arena y los cronómetros. Posteriormente, la determinación
de la medida del tiempo se fue perfeccionando hasta llegar al reloj atómico. Todos los relojes modernos
desde la invención del reloj mecánico, han sido construidos con el mismo
principio del "tic tic tic". El reloj atómico está calibrado para
contar 9,192,631,770 vibraciones del átomo de Cesio para luego hacer un "tic".
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